Rayos cósmicos, diferentes a todo lo creado,

rayos que van y vienen, que dan vueltas

en torno a sí y alrededor de las ondas…

Rayos que vuelan por el espacio.

Rayos que tocan y atraviesan

Rayos que deslumbran y dejan perplejo al ojo que los mira.

Todo está ahí,

igual de redondo que siempre,

igual de imperfecto en su simple invisibilidad,

en su desdén al orden y al caos.

Vueltas y vueltas. Giros y cadencias,

repeticiones, discursos sin principio ni fin.

Vuelve a mirar, vuelve a girar, vuelve a entender,

vuelve a no ver, vuelve a gritar. La vida…

Gira, repite, cruza la superficie, ahonda…

Algo hay donde la luz no llega.

Algo imperturbable. 

Algo cegador para quien mira sólo el giro.

Algo alrededor de las ondas.

Algo que manda que todo se detenga.

Algo distinto a todo lo creado.

Algo que muere en la consciencia.

Repite el giro y mira bien,

lo que no se mueve, lo que no gira, lo que no se desplaza,

lo que no avanza, lo que no suena… MAAAAA….

Permítete no entender. Respíralo. 

Vívelo, desde la paz y la calma del agua

que sólo transmite la onda.

No hay respuesta, sólo vibración.

Vibra desde la onda, en torno a la onda.

Vibra desde lo increado y lo “creando”…

Soy agua. Soy de agua. 

Soy desde el No y hacia el Sí.

Soy en el no-soy.

Agua, superficie atravesada.

Algo que sigue ahí, infinitamente redondo,

invisible e incomprensible. MAAAAA…..

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