Yo y mi cuerpo en diálogo… La mente loca se deshace de todo, se vuelve nube, viajando al son de las palabras de esta galaxia desbordada, suave, aterciopelada, ligera como una ínfima promesa.
Tengo la voz atascada en una esquina de este cuadro, foto irracional congelada a la espera de la lluvia suave, ligera, desesperada… Y el tacto del capricho, de la broma, la mirada esquiva que se fija por primera vez, que se define, se deja reconocer. Un diálogo interno entre el silencio y el comienzo.
¿Quién hablará primero? ¿El cuerpo, la voz, la nube?
Sujeta con alfileres al universo…