La superficie de la existencia me resulta demasiado pequeña y aburrida. Entonces, me sumerjo en las profundidades y luego me sorprendo de ser invisible. Pero, por definición, a las profundidades no accede la luz y no se puede ver… así que lo profundo es invisible. Y debería asumirlo.
Pero, a veces, la soledad en lo profundo, se siente como una enorme NADA en la superficie. Y en ciertos momentos, esa nada es insoportable.
Necesito no estar sola, necesito compañía allí abajo, para poder asomarme a la superficie como ALGO.