Verse,
conocerse,
descubrirse,
permitirse…
Me veo, pero aún no me conozco. Estoy en fase de investigación. Me investigo a mí e investigo al resto. Mirando desde algún lugar desdoblado de mi consciencia, desde el que resulta difícil reconocerme en la acción…
Yo soy quien mira, ¿no? Y me sitúo fuera del tiempo y del espacio. Es fácil.
Lo difícil es estar en un presente sin guión, sin instrucciones. Este ser humano que investigo… Dan ganas de dejarle ser y hacer cualquier cosa y observarlo.
Pero, también quiero decidir, y entonces, bajo a mí… (Bajo, sí; es esa sensación).
Entonces, soy quien piensa, ¿no? Quien cree saber dónde está y dónde va… Quien se pone nombre y fechas y se da definiciones de todo lo que siente.
No sé quién soy, me digo al pensarme.
Me he perdido en este mundo de nombres.
Y si me miro, estoy ahí, tan claramente ahí que no puedo negarme.
Si me preguntasen: ¿Quién eres? -tendría que responder: «Esa. La que está moviéndose conmigo, respirando, sintiendo. Claramente, esa.» -Aunque no podría definirme.
Si me preguntasen: ¿Cómo eres? -diría: «Mírala. Así es.»
Y yo me siento bien con esa definición. Soy así.
Me he salido del lugar de los nombres y estoy en el de las miradas.
Permitir,
descubrir,
conocer,
ver.