Me tuviste en tus manos y no me sujetaste. Viste mi dolor y lo ignoraste. Si mi corazón se rinde y deja de latir, tú serás culpable. Culpable de abandono y de desamor. Culpable, no en la Tierra, sino en el alma. No tuviste reparo en cargar sobre mis hombros tus incapacidades y tus comodidades.…
Y entendí las espinas de la Rosa, cuando la olí.
Mi tristeza no tiene compañía. No tiene una mano que la sujete para levantarse. No tiene una voz que le ayude a entender. No tiene abrazo en que dejar sus lágrimas. Y se siente, se deja ser, porque a fin de cuentas, está... existe. Por motivos que es fácil ignorar cuando te falta corazón. Mi…
Ava en el jardín 